Caperucita y Lobo malo

Hola mis pequeños frikis. Se acerca Halloween y con ello os traigo un relato especial para la época. Espero que os guste. 

AVISO QUE EL SIGUIENTE RELATO ES MUY EXPLÍCITO

Ella camina sin rumbo, sin mirar a ningún lado. Sin mirar al frente, con la mirada baja. Chapoteando entre los charcos. Saltando, feliz, sin importar mancharse. Calles tras calles van pasando. El pueblo va desapareciendo. Nuestra pequeña caperucita salta, feliz sin saber que es observada por el lobo feliz. Pobre ella que no sabe lo que le espera. Un salto, otro salto. ¿Dónde vas con tanta felicidad? No va a ningún lado. Solo sigue el rumbo que cree correcto. ¿Estás segura de que quieres entrar al bosque donde todas las pesadillas se hacen realidad? Pero ella piensa que las pesadillas no existen. Oh pequeña, mi preciosa, niña, claro que existen y tu vas a vivir una. Salta, ríe, disfruta de cada segundo porque luego no serás capaz, porque quedarás tan destruida que lo único que la gente verá en ti será un carcasa sin alma. ¿Estás segura de que quieres continuar? ¿Sí? Bueno te lo he avisado. Ella cada vez se adentra en el oscuro bosque. El lobo la vigila. Se relame los labio. Hacía tiempo que no iba nadie a jugar con él. Mi precioso lobo, juega, pero se bueno. ¿Acaso querrás asustarla como a la otra caperucita? 

Él espera aburrido en su casa. Su anterior amiga ya no está con él. ¿Por que nadie quiere jugar? Sus juegos son divertidos. Sentir la sangre en su rostro. El miedo es un juego divertido. El apetito crece más y más. ¡Quiere una nueva amiga! Hoy es día de caza. Escondido entre las sombras, vigilando su bosque. Esperando a que aparezca. Lobo, precioso lobo, no tienes que esperar más, te he traído un regalo. El lobo es feliz, tendrá una nueva amiga. La ve llegar a lo lejos. Es hermosa, tan inocente. ¡Esa sera su nueva amiga! Vigila. Silencio. Paso tras paso. Se acerca. Despacio. Le gusta como huele, le gusta cada trozo de su piel. El deseo va en su poder. Paso a paso se va acercando. Sonríe. Uno. Te está vigilando Dos. Ya casi estas en sus garras. Tres. ¡Te ha atrapado! Y tras escuchar un grito sordo de ella le hace dormir. Ahora es hora de llevar a su nueva amiga a su casa. Van a jugar a papas y mamas. Es su juego preferido

¡Despierta! Mi preciosa niña. Es hora de jugar. Despierta lenta. Pero ten cuidado de que el lobo malo no te vea. ¿Te ha visto? Lo siento. Ahora deberás jugar a su juego. Ella se levanta, se encuentra dolorida. ¿Dónde está? Tiene miedo. ¿Es como esas películas? No, no preciosa, es mucho peor, esto es la realidad. Intenta escapar pero el lobo se encuentra en el lugar. Él se alegra de verla. Se acerca a ella y con voz ronca le dice. "Ven, quiero jugar a un juego" Ella es arrastrada por su mano. Le aprieta demasiado fuerte. Entran en una sala. Hay sangre por todos los lados. Ella tiene miedo. "Es un juego muy divertido, si aguantas una hora sin gritar serás libre, cada vez que grites empezaremos de nuevo" Tras explicarle su juego la ató a una silla. El lobo como un niño que ha hecho una nueva amiga se pasea feliz por el lugar, eligiendo sus objetos preferidos. "Tu serás mi nueva mejor amiga" Le dice, ilusionado. 

Aparece. Primero con un cuchillo, acaricia el rostro de la chica. Primero suave, quiere que se acostumbre al tacto del acero y luego aprieta, abriendo la piel a su paso. Ella aprieta los labios con fuera. Duele. Es soportable. Solo una hora. Tras terminar con el cuchillo en su hermosa cara y tras ello sonríe. "Lo estás haciendo muy bien, recuerda no debes gritar" Tras eso pasa a una agujas las cuales una por una se van introduciendo debajo de sus uñas, rasgando la piel del dedo, dejando caer al suelo pequeñas gotas de sangre. Nuestra chica patalea, llora, pero no grita. Solo una hora. "Me caes bien" Y el lobo sigue jugando. Le saca las agujas de la uña, y se las mete de nuevo jugando con ellas. Ella llora, pero no grita. Solo media hora. "¿A que es un juego divertido?" Y tras ello le saca la aguja de la uña del dedo meñique. Ella siente un extraño alivio. Ella no sabe que ahora empieza el verdadero juego. Toma unas pinzas y se la arranca. Se separa de la piel, obligada. Duele, duele mucho. No quiere gritar. Grita. Pide que pare. "No, no, no. Ahora tocará volver a empezar" Y de nuevo vuelve a empezar. Cara, aguja y uña arrancada. Solo queda una hora. Solo queda media. Así se repite todo hasta que termina con sus uñas. Y ahora nuestro lobo esta cortando cada uno de sus dedos. Su rostro tiene cortes por todos los lados, así que tras quitarle la camiseta ha pasado a cortar sus pechos. Pechos cortados y dedos amputados. Ella grita. Ya no le importan las reglas, solo quiere salir del lugar.

Y tras muchas horas de juego nuestro nuestro lobo se encuentra triste. ¿Qué ha pasado pequeño? ¿Ella no grita? ¿No es eso lo que quería? Ah, que tampoco habla. Bueno, quizás tampoco era la adecuada para ser tu amiga. Vamos a buscar una nueva amiga, esta vez seguro que será para siempre. ¡Mira! Por allí viene alguien. Corre, limpia todo. Recuerda que nuestra nueva invitada debe sentirse cómoda en casa.